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Mostrando entradas de 2017

ME LLAMO LUCY BARTON (Elizabeth Strout, 2016)

Eloísa Fernández Los amantes de la literatura nos movemos en un inmenso laberinto de caminos infinitos en el que se esconden, en medio de mil y una baratijas, espléndidos tesoros que nos llevan a la felicidad. Algunos de esos tesoros están aparatosamente señalizados y es casi obligatorio, inevitable, llegar a ellos: son los clásicos, que nos reclaman sin aspavientos desde su posición de atalayas incuestionables. Otras veces todos los caminantes acudimos en procesión al mismo lugar atraídos por el ruido mediático de un gran éxito de ventas, que no siempre es sinónimo de literatura superficial o mediocre (ahí tenemos el ejemplo reciente de Patria ). En muchas ocasiones nuestros pasos son conducidos por la recomendación, directa o bloguera, de un amigo de cuyo criterio nos fiamos: esos descubrimientos son doblemente gozosos porque refuerzan los lazos de la amistad. Pero hay otras veces en que empezamos a leer un libro sin saber exactamente por qué lo hacemos, por qué, entre la m

NADA DEL OTRO MUNDO (Antonio Muñoz Molina, 1993)

José Miguel García de Fórmica   Un oficinista con aspiraciones de literato rememora su vida de estudiante y al compañero de piso y amigo del alma con el que compartía noches de alcohol, tabaco y frustraciones sentimentales, y al que perdió cuando sucedió lo natural: se interpuso una mujer dispuesta a «regenerarlo». Un escritor que comienza a labrarse una reputación acude a un recóndito pueblo granadino a dar una conferencia, y comienza a pensar si no habrá cometido el mayor error de su vida. Dos argumentos que lo normal es que hubieran dado pie a dos relatos muy diferentes, pero que se funden para dar vida a un cuento de Antonio Muñoz Molina titulado Nada del otro mundo (1993), que no figura entre sus obras más conocidas, pero que a mí me parece de lo mejor y más equilibrado que ha escrito nunca. El mismo escritor señala, en la nota introductoria de la vieja edición de Espasa Calpe en que lo he leído, que primero intentó escribir un cuento fantástico de breve duración, per

LOS ADIOSES (Juan Carlos Onetti, 1954)

Benito Arias      Desde que compré en una librería de lance, y leí, esta novela breve de Onetti, me vuelve a las manos cada quince años, así que la he degustado por tercera vez, comprobando que su poder permanece intacto. Sin duda, dentro de otros quince me volverá a dejar chispeando, y me preguntaré de nuevo por qué no soy más onettiano. De hecho, no lo soy demasiado. Cada vez, y tras Los adioses , me propongo leer más a Onetti, y nunca paso de unos cuentos, de unas páginas de La vida breve , de El astillero , fatigosamente terminado hace ya tiempo... Vuelvo al pozo de Onetti, entro en sus aguas, y me digo que a lo mejor tengo suerte y alguno de sus múltiples libros se deja leer como éste y no me importa que sea sórdido ni pesimista.    Es imprescindible para mí leer Los adioses en esta fea edición que ilustra la entrada, y que conservo llena de subrayados y fluorescencias. Sobre todo porque los libros se merecen una individualidad para ellos solos, aunque sean breves y peq

PAS SON GENRE / LA FEMME INFIDÈLE (Philippe Vilain, 2011 / 2013)

  Benito Arias        No he encontrado ningún comentario ni reseña en español sobre este autor francés. Tampoco hay, que yo sepa, ninguna obra suya traducida, así que veo conveniente una pequeña introducción: se trata de un escritor nacido en 1969, doctor en Literatura con una tesis sobre Annie Ernaux , Es un ensayista  bastante prolífico, que ha publicado libros sobre la autoficción, la timidez o la literatura francesa actual. Sus novelas reposan sobre dos ejes: la autoficción y el análisis del amor. Lleva publicadas diez, siendo la última, La fille à la voiture rouge (2017), confesamente autobiográfica.    He leído dos de ellas, y me gustaría aportar una impresión general y luego algunas oservaciones particulares.    La impresión general es que las novelas de Philippe Vilain son ideales para los lectores extranjeros. Dejen por un momento a Fournier y a Camus en la estantería, y si están estudiando la maravillosa lengua de nuestros vecinos, busquen los libros de Philippe Vi

SOLDADOS DE SALAMINA (Javier Cercas, 2001)

Benito Arias    Leí esta novela en el 2002, un año después de su publicación, cuando acumulaba una o dos ediciones por mes. Al margen de los premios Planeta y similares, debe ser una de las novelas más vendidas del nuevo siglo en España. Tiene un cierto parecido con Patria , el fenómeno actual: las dos de autor español, editadas por Tusquets, con tema socio-político, accesibles para todo tipo de lectores y con una calidad muy alta. Ambas han sido superventas por recomendación directa del público, porque han sabido colocarse en esa intersección tan rara entre la calidad y el gusto masivo. Cabe preguntarse cuáles son las características concretas de este tipo de novelas, ya que más allá de lo anterior, las obras de Cercas y Aramburu no tienen mucho en común. Según creo, una de ellas es que la obra resulte legible, que ofrezca un buen ritmo de lectura con un lenguaje cuidado pero sin excesos barrocos; otra podría ser la capacidad para emocionar al lector sin caer en sentimentalis

ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS (Agatha Christie, 1934)

José Miguel García de Fórmica-Corsi Hay literaturas incómodas y hay literaturas confortables; cuidado: no digo que un tipo a la fuerza haya de ser mejor que el otro. Pero para mí un prototipo de la segunda ha sido siempre el muy british universo de Agatha Christie, en cuyas páginas siempre me he demorado con gozosa familiaridad, como si hubiera nacido en uno de esos tranquilos villorrios donde, entre reuniones para tomar el té y planear tómbolas benéficas, se cuela una inesperada huella del pasado que conduce al crimen, o como si viajara de continuo a uno cualquiera de esos escenarios cosmopolitas de la vieja Europa (o de las colonias británicas) donde las clases altas alivian su aburrimiento asistiendo a las deducciones, siempre hiperbólicas, de un detective belga de escasa estatura, bigotes de chef parisino y cabeza con forma de huevo. No en vano, de pequeño creía que la literatura se componía, ante todo, de dos nombres: el del francés Julio Verne y el de esta novelista b

EL DUEÑO DEL SECRETO (Antonio Muñoz Molina, 1994)

Benito Arias    De la abundante producción de Muñoz Molina, me pido las novelas cortas. Sus novelas normales me resultan largas, y a menudo he tenido que dejarlas ( El invierno en Lisboa , Plenilunio o El jinete polaco , por ejemplo), con alguna excepción: me gustó mucho Beatus Ille , aunque no sé si la releeré algún día. En la media distancia, Muñoz Molina suele acertar para mi gusto: Nada del otro mundo , En ausencia de Blanca y, sobre todo, Carlota Fainberg . Llevado por esta impresión, me dispongo a leer El dueño del secreto por vez primera y en su edición de 1994. Ha sido una pérdida de tiempo, porque es una novela sin sustancia.    La clave de El dueño del secreto es un juego con la memoria, inconsistentemente mantenido por el narrador del relato, que veinte años después retoma los sucesos de 1974 en que, siendo estudiante en Madrid, se le hace partícipe de una supuesta conspiración cívico-militar para derrocar a Franco, y él no sólo se la cree en esos momentos, sin

BAHÍA BLANCA (Martín Kohan, 2012)

Por B. Arias    De los tres temas que Augusto Monterroso reconoce en la literatura (la muerte, el amor y las moscas), esta novela de Martín Kohan toca dos de ellos. Las moscas no se nombran, que yo recuerde, pero durante el primer tercio del relato, en forma de diario, asistimos a un preparatorio de los otros dos: la muerte primero, el amor después. Es deseable no saber más del argumento, pero si a pesar de todo uno es curioso, como yo mismo lo fui husmeando en otros blogs, se descubrirá en seguida que a pesar de la cotidianidad inicial se trata de una novela de amor obsesivo, de abandono, de venganza y de frustraciones.    El protagonista no tiene ni nombre al principio, es un tipo abúlico que llega por un mes a la ciudad más olvidada de la Argentina con una excusa bastante peregrina: estudiar la obra de un ciudadano ilustre (pero preterido en la propia ciudad) como fue Ezequiel Martínez Estrada. La gran virtud de este escritor argentino según nuestro protagonista es que salta

LA SEÑORA BOVARY (Gustave Flaubert, 1856-1857)

Benito Arias    Vamos con Flaubert y su mejor libro. No lo había releído desde mi primera vez, allá por el 85. Va a ser verdad que hay lecturas según edades, como defendía Hume, y escritores también. Flaubert es para mayores; resulta demasiado frío para los jóvenes.    Quiero aclarar que no me he enamorado de Emma, a diferencia de Vargas Llosa, del que también he repasado estos días su precioso ensayo "Una pasión no correspondida"; pero entiendo que despierte ensoñaciones calenturientas, es como esas mujeres que lo tienen todo y sin embargo no nos cuajan, con la diferencia de que Emma no lo tiene todo: es caprichosa, cursi, atolondrada y por supuesto manirrota; aunque también simpática y ardiente. Si es tan apasionada en el amor físico es porque vive para el amor, no separa el alma y el cuerpo, hace lo que puede para su época, se aprovecha de esa nulidad que tiene por marido y en general manipula a los hombres, menos a Rodolphe, que la deja en el último momento. Su m